Introducción a Mesoamérica por Davíd Carrasco Introducción Mi nombre es Davíd Carrasco, profesor de historia de las religiones, y quisiera darles la bienvenida a esta introducción a Mesoamérica. Una de las preguntas más importantes es: ¿por qué estudiar Mesoamérica? Mesoamérica fue una de las siete áreas que los estudiosos llaman ahora de primaria generación urbana--es decir, en la historia de la cultura humana, hay sólamente siete lugares en el mundo donde los seres humanos hicieron juntos la gran transición del mundo de la aldea, al mundo de la ciudad. Y estas siete áreas son el norte de China, Mesopotamia, Egipto, el Valle del Indo, el sudoeste de Nigeria, y dos de ellas en las Américas--los altiplanos del Perú, y el lugar adonde voy a llevarles hoy, Mesoamérica. Así que con el estudio de Mesoamérica, no sólo están estudiando un área más en donde el Tercer Mundo ha alcanzado logros importantes, también están cuestionando un punto central que es ¿de dónde provienen las ciudades? Bueno, Mesoamérica es uno de esos lugares en donde los humanos por primera vez inventaron las ciudades. ¿Y cómo podemos entender esta compleja sociedad urbana que se empezó a desarrollar en el centro de México alrededor del año 1500 A.C.? Pienso que una de las formas mas persuasivas para que los estudiantes puedan comprender que es lo que pasó en Mesoamérica y cómo fue que se desarrolló en centros urbanos es examinar su cosmovisión. Esto es la imaginación religiosa--la que quedó plasmada en los centros ceremoniales, en la vida diaria y en los rituales de esta gente. Y me gustaría presentarles toda esta noción de una cosmovisión--esto es, de la visión del mundo--comenzando con una historia que les ayudará a entender los principales elementos que constituyen la manera en la que los pueblos mesoamericanos imaginaban su mundo. La historia de Xolotl Alrededor del año 1300, un guerrero chichimeca llamado Xolotl--o "Perro Divino"--fue a una montaña en la cuenca de México y sacó cuatro flechas. Las lanzó hacia las cuatro direcciones del mundo, observó como volaban por el aire y aterrizaban en lugares distantes. Después, con sus amigos, juntó hierbas y las tejió en un círculo. Dijo algunas oraciones, encendió un fuego y esparció las cenizas del círculo sagrado hacia las cuatro direcciones del mundo. Los símbolos y acciones de este ritual significaban que el pueblo chichimeca había llegado a su nueva tierra. Revisando esta historia, vemos algunas de las ideas centrales de la cosmovisión. A lo largo de toda Mesoamérica estas ideas cruciales eran compartidas y las hallarán ustedes conforme avancen a través de Mesolore, independientemente de si están estudiando a los Aztecas, los Mayas, los Mixtecos u otros pueblos. La primera de estas era la de que el mundo era concebido como un disco horizontal que estaba organizado en cuatro cuartos principales--cuatro cuadrantes principales--que representaban lo que nosotros llamamos los puntos cardinales del universo. La segunda idea era que estas cuatro partes del universo estaban localizadas alrededor del Axis Mundi--el centro del mundo. En la cosmovisión general de Mesoamérica, esta sección central y las cuatro partes estaban rodeadas por lo que llamaban "El Agua Divina"--esta Agua Divina de hecho se extendía hasta tocar la bóveda celeste. Cruzando a través de la sección central de los cuatro cuartos, había un eje vertical, el cual tenía trece capas por encima de la tierra, y nueve capas debajo de ella. En los trece niveles sobre la tierra era donde vivían los dioses--los dioses de diversas fuerzas celestiales. Y debajo de la tierra era donde vivían los dioses del inframundo. Este eje que atravesaba el centro del mundo, por en medio de los cuatro cuartos, estaba dividido en sí mismo en una dualidad: en él había lo masculino y lo femenino, la noche y el día, la izquierda y la derecha, lo seco y lo mojado. Y cada uno de estos trece niveles sobre la tierra y los nueve niveles debajo de ella estaban permeados con esta dualidad. Así que en la historia de Xolotl lanzando las cuatro flechas, y después quemando las hierbas para que el humo ascendiera al cielo, tenemos una imagen sucinta del centro del mundo y de los cuatro cuartos: la ascensión al cielo que es el centro, y las cenizas son esparcidas hacia los cuatro cuartos, metafóricamente nos señálan su concepción del espacio. Y son estas particulares ideas las que determinaron la forma en la cual se organiza y se vive la vida urbana (y la vida de la aldea) en Mesoamérica. A continuación voy a llevarlos en un recorrido a través de estas ideas centrales. Tiempo sagrado En la sección anterior les he dado un rápido resumen de la manera en la que el universo mesoamericano estaba espacialmente organizado. Permítanme ahora hablarles brevemente sobre la noción del tiempo sagrado. Una de las mejores imágenes de la concepción mesoamericana del tiempo sagrado se encuentra en la escultura que es conocida como la piedra del calendario azteca--este gran monolito que los aztecas esculpieron para representar su visión de un tiempo universal dinámico. En realidad, a esta piedra se le ha dado un nombre erróneo. Debiera llamársele la piedra de los soles, ya que lo que en ella se representa es el patrón por el cual el universo ha pasado a través de las cuatro eras cósmicas anteriores--llegar a la era en la que los aztecas habitaron, o sea la quinta era. Cuando miren la gran piedra del calendario azteca, enfóquense en la parte central, donde verán en medio--otra vez, nuestra noción del Axis Mundi--el rostro del gran dios azteca Tonatiuh, representando al sol. Notarán que su lengua es en realidad un cuchillo para los sacrificios. Alrededor de la figura central, verán cuatro cajas, y cada una de estas cajas tiene en su interior la imagen de un dios, o la de una fuerza celestial. Cada uno de estos dioses, o fuerzas celestiales, representan una de las cuatro eras previas del universo. Por ejemplo, la primera era del mundo azteca fue llamada "la era del Jaguar" o "Cuatro-Jaguar." Y se creía que durante el proceso de las creaciones cósmicas, el universo había pasado por un período de caos seguido por un período de estabilidad... y en este período fue cuando los ancestros empezaron a vivir por primera vez en algo así como en un cierto tipo de pasado cósmico vago. Pero los jaguares atacaron a esta gente y los devoraron, y debido a esta fuerza que destruyó al mundo es por lo que se le dio el nombre a esta era de "Cuatro-Jaguar. El universo entró en un período de obscuridad. Y entonces el tiempo pasó a una segunda era, y en ella otro grupo de ancestros lucharon para crear orden en el universo. Desafortunadamente, grandes huracanes llegaron, grandes vientos llegaron y se llevaron a esta gente. Este período o era cósmica fue llamado "Cuatro-Viento." De nuevo el universo entró en un caos. Y ven ustedes este patrón, este patrón de dualidad: de orden y caos, el que se repite una y otra vez en la cosmología mesoamericana. Y una tercera era fue formada, nuevamente los ancestros lucharon por introducir la cultura, el calendario y el maíz. Y en esta ocasión otra fuerza destructora apareció--la imagen que están ahora viendo--llovió fuego que arrasó a toda la gente y se le conoció como "Cuatro-Lluvia." Después, hubo una cuarta era, en la cual los ancestros contínuan luchando para establecer orden en el mundo, pero fue destruída esta vez por el agua ya que llovió cincuenta y dos años y esta es la "Cuatro-Agua." Finalmente llegamos a la quinta era--o la era del centro. Y esta es la era del movimiento o del terremoto. Se nos presenta aquí la idea de que aunque los aztecas y otros pueblos mesoamericanos habían creado una cultura con grandes centros ceremoniales y sistemas de comercio, con grandes tradiciones artísticas, con un liderazgo religioso y con reyes, que este mundo también sería destruido, la fuerza destructora sería la del terremoto--es decir, el mundo en sí mismo temblaría. Es por esto por lo que este sol fue llamado "Cuatro-Movimiento," ya que se creía que en un período futuro, en un momento dado en el futuro en el mundo de Mesoamérica, grandes terremotos ocurrirían y estos destruirían a la gente. Así que revisando la historia, lo que ustedes encontrarán será una reiteración del patrón que verán una y otra vez a través de Mesolore. Y este es, el centro del mundo con cuatro cuadrantes relacionados dinámicamente. La quinta era Hay otro relato que nos dice más acerca de cómo los mesoamericanos entendieron su historia y su destino. Y esta es la de la forma en la cual ellos imaginaron la creación de la quinta era. Afortunadamente, contamos con el extraordinario trabajo de Bernardino de Sahagún, el fraile franciscano que entrevistó a los antiguos mesoamericanos durante los primeros años de la vida colonial española. En sus entrevistas con los antiguos informantes, Bernardino de Sahagún recopiló muchas de las canciones y los mitos que ellos recordaban. Y uno de estos es fundamental para entender esta última, la quinta, era de los Aztecas. La historia nos dice que en la gran ciudad de Teotihuacán, la ciudad de los dioses, después de la destrucción de la cuarta era del mundo, cuando todo estaba sumido en la obscuridad, los dioses que sobrevivieron se reunieron en Teotihuacán e hicieron un fuego para calentarse y alimentar la esperanza para que hubiese luz en el universo. Reunidos alrededor del fuego, los dioses se dieron cuenta de que para que un nuevo sol fuese creado, tendrían que hacer algún sacrificio, que uno de ellos debiera arrojarse a este fuego divino. Según la historia, dos de los dioses menores, compitieron entre sí para ver quien tendría el valor de hacerlo. Ambos dioses intentaron varias veces, compitiendo por fama y creatividad, hasta que uno de ellos, Nanahuatzin, "el Purulento" o "[el] Baboso," tuvo el valor necesario y cerrando los ojos se arrojó al fuego hasta consumirse. Inmediatamente el otro dios le siguió aventándose también. De este fuego sagrado salió primero un águila moteada, y después un jaguar. Como ustedes verán en Mesolore, el jaguar y el águila representaron a las dos fuerzas militares más importantes, a las dos unidades militares principales: los caballeros águila y los caballeros jaguar. Creando el sol Pero los dioses estaban interesados en crear algo más que guerreros. Ellos querían crear al sol. Así que lo que sucedió después fue que los dioses comenzaron a buscar en todas las direcciones de un obscuro universo tratando de encontrar por donde saldría el sol. Y afortunadamente, uno de ellos, el famoso Quetzalcoatl, la "Serpiente Emplumada," dijo que él sabía en que dirección saldría el sol, y volteó su rostro hacia el este. Todos los dioses se sentaron con él, mirando hacia el este. Y contemplaron como por encima de la línea del horizonte oriental apareció la luz. Esta luz se fue intensificando cada vez más hasta que finalmente, el disco solar emergió sobre el horizonte. Pero la creación no estaba terminada, ya que el sol no se movió, sino que se detuvo. Según la historia nos dice, el sol se tambaleó de lado a lado. Esto es, ya había un universo creado, pero era inestable aun no se había completado. Tienen que imaginarse al sol, al disco solar allá arriba, moviéndose de lado a lado como si se fuera a caer del cielo en cualquier momento. Así que los dioses se reunieron y dijeron, "Para que este sol tome un sendero firme, un camino a través del cielo, se necesitan más sacrificios." Así que más dioses se arrojaron al fuego, pero ni aún así, el sol no se movió a través del firmamento. Ante esto un dios tomó la iniciativa, el llamado Ehecatl, quien es el dios del viento, y les dijo que todos los dioses tendrían que morir, dar sus vidas, su sangre, para que el sol fuese creado, para que se moviera a través del cielo, y para que los seres humanos pudieran tener un universo estable y regenerador. Entonces Ehecatl sacrificó a todos los dioses, y fue en este preciso momento cuando verdaderamente el disco solar comenzó a moverse a través del cielo con un patrón recurrente y regenerador. Esta es la historia que muchos pueblos mesoamericanos repiten. Y se refiere a la ofrenda que los dioses tuvieron que hacer para que la vida humana--la vida cultural--se formara. La otra parte importante de esta historia se lleva acabo en la gran ciudad de Teotihuacán--la gran capital ancestral a la que aún hoy en día mucha gente visita. De hecho, las ruinas de Teotihuacán, conocidas como "las pirámides," es el sitio arqueológico más visitado de entre todas las zonas arqueológicas de las Américas. Y esto nos lleva de vuelta al punto que señale al principio, que el estudio de Mesoamérica no es sólamente importante por todos estos relatos maravillosos, estos mitos, o por los rituales o por la arquitectura, también lo es porque es uno de los lugares al que los estudiantes pueden acudir si quieren abordar la cuestión de: ¿Qué tuvo que suceder en la historia humana y en la imaginación humana, y en la economía humana, para que la gente lograra crear las estructuras sociales en las que hasta hoy en día vivimos en toda la tierra--y ese es, el mundo de la ciudad? La historia de Aztlán ¿Recuerdan el relato que les conté acerca de Xolotl, el guerrero que lanzó las cuatro flechas hacia las direcciones cósmicas? ¿Recuerdan que tuvo que caminar y viajar a ese lugar en el valle de México? El relato de la travesía es muy importante en toda Mesoamérica, como se darán cuenta cuando vean los códices y escuchen las diferentes presentaciones. Los pueblos mesoamericanos eran pueblos en constante movimiento a pesar de tener grandes ciudades, comunidades, y centros ceremoniales. Hay un gran movimiento dinámico a través de toda la historia mesoamericana, y la idea de movimiento dinámico aparece en el muy importante relato que nos narra la migración de los chichimecas cuando partieron de su hogar ancestral. Tal vez ustedes sepan que la bandera de México tiene la imagen extraordinaria de un águila gigante parada sobre un nopal florido en la mitad de un lago, luchando con una serpiente en su pico. Esta es la historia. Esta es una imagen que relata el origen del pueblo chichimeca, quienes posteriormente se convirtieron en los mexicas o aztecas. Permítanme resumirla para ustedes. Nos dice que cuando los ancestros de los aztecas, los chichimecas, vivían en un lugar llamado Aztlán, o el "Lugar de la Garza Blanca," y en Chicomoztoc, el "Lugar de las Siete Cuevas"; su sacerdote-chamán tuvo un sueño revelatorio una noche, en el que el gran dios Huitzilopochtli, "Colibrí de la Izquierda," le dijo que había llegado el momento de que su pueblo abandonara Aztlán y emprendiera un viaje, que en su recorrido pasarían penurias para encontrar el camino, que ellos llegarían a un lago, en medio de él hallarían un nopal florido y ahí estaría la imagen de este gran dios, un águila, quien les indicaría que esa sería su nueva tierra. El sacerdote habló con la comunidad, y les dijo que era el momento de partir y comenzaron así la marcha. Afortunadamente, tenemos una imagen de este viaje en el documento conocido como el Códice Boturini, que nos describe detalladamente la migración de los ancestros de los aztecas en su totalidad, desde el lugar de las siete cuevas hasta el valle de México. Y lo que ven es la comunidad viajando por diversos terrenos, llegando temporalmente a lugares extraordinarios, en las montañas y en los valles, pasando penurias, teniendo toda clase de experiencias religiosas, inventando ciertos oficios, hasta que finalmente llegaron al valle de México. Y ahí, como era de esperarse, en medio del lago, en un islote pantanoso, estaba el nopal florído con el gran águila erguida, luchando con una serpiente. El sacerdote les dijo, "Este es el lugar donde construiremos nuestra nueva comunidad." La importancia de la comunidad Ahora bien, este relato tan importante nos permite darnos cuenta de que tan central es la idea de una comunidad, fundada en un sitio de agricultura abundante para los mesoamericanos. Aquí tenemos la noción de una isla en medio de un lago, con animales y con la posibilidad de una abundante agricultura. Esto viene a ser crucial en toda la historia mesoamericana y lo encontramos con gran claridad en uno de los documentos del siglo XVI escrito por el fraile dominico, Diego de Durán, que es la recopilación de un relato que le contaron por los descendientes de este pueblo sobre lo que podía encontrar al llegar al valle de México. Permítanme leerles un extracto. Dice que los líderes chichimecas hablaron a la comunidad y le dijeron que deberían dejar el lugar de las siete cuevas y viajar hasta que vieran un nopal con tunas creciendo sobre una roca "que ha crecido tan lindo y coposo que encima de él hace su nido un águila hermosa. Este lugar nos manda que busquemos y que, hallado, nos tengamos por dichosos y bienaventurados, porque este es el lugar de nuestro descanso y de nuestra quietud y grandeza. Aquí ha de ser ensalzado nuestro nombre y engrandecida la nación azteca; ha de ser conocida la fuerza de nuestro poderoso brazo y el ánimo de nuestro valeroso corazón...Haciéndonos señores de oro y de la plata, de joyas y de piedras preciosas, de plumas espléndidas y divisas....Este lugar mande se llame 'Tenochtitlán' para que en él se edifique la ciudad que ha de ser reina y señora de todas las demás de la tierra, y a donde hemos de recibir a todos los demás reyes y señores, y a donde ellos han de acudir, como a suprema entre todas las demás" [Duran, Fray Diego, HISTORIA DE LAS INDIAS DE NUEVA ESPAÑA Historia de las Indias de Nueva España e islas de la tierra firme. La prepara Angel Ma de Garibay K. Mexico, D.F. Editorial Porrúa, 1967]. Temas importantes En este discurso, vemos algunos de los temas sociales que adquirieron gran importancia en la historia mesoamericana. Primero, que las acciones humanas de relevancia son dictadas por medio de la comunicación con los dioses. Segundo, que esta gente estaba destinada a dejar su hogar y viajar hasta encontrar un nuevo lugar--que en este caso, se convertiría en una gran ciudad, un gran centro ceremonial--y que además, tercero, tendrían grandes guerreros dirigiéndolos. El tema de los grandes guerreros aparecerá una y otra vez a lo largo de Mesolore. Y finalmente, que encontrarían riquezas abundantes en estos lugares. Esta historia nos lleva de vuelta sobre el tema de "¿cuál es la naturaleza de una ciudad ceremonial?" Sociedad y su pirámide Todas estas ciudades que visitarán en Mesolore tienen ciertas características que están representadas en esta historia. Primero, que debe de haber un lugar sólido y central para la ciudad. Segundo, que habrá una estratificación social. Este es uno de los aspectos más importantes sobre el que tienen que pensar cuando estudien la historia mesoamericana. Mesoamérica era un lugar en donde la estratificación social, es decir, lo que hoy en día llamaríamos "una sociedad de clases," se desarrolló. Esta forma de organización es registrada desde el principio del relato histórico. Entonces tienen una sociedad piramidal, no sólo hay pirámides en mesoamérica, estas formas están presentes en la estructura social. En la base están los agricultores y cazadores, quienes son los que sostienen al resto de la sociedad--la mayoría de la población estaba incluída en esta clase. Sobre de ellos, de hecho encima de ellos, están los artesanos, gente que había sido educada como artista, o artesano--los que frecuentemente prestaban sus servicios a las comunidades de los templos. Pero por encima de esta gente están los guerreros, las grandes sociedades de guerreros, los guerreros águila y los guerreros jaguar que mencioné anteriormente, quienes estaban entrenados y divididos en una serie de estratificaciones, guerreros quienes ganaron gran poder y reputación por sus hazañas. Y encima de todos ellos, siempre, están los sacerdotes y los reyes-sacerdotes. Y ustedes ven esto reflejado en este relato en particular. Entonces cuando piensen en Mesoamérica, busquen las estratificaciones sociales, las relaciones que hay entre gobernantes, y sacerdotes, y artesanos, y agricultores, y cazadores. Ellos son el relato humano de Mesolore, el que queremos que ustedes traten una y otra vez de comprender.